miércoles, 20 de noviembre de 2013

El árbol triste



Había una vez en un bosque muy peculiar un árbol que estaba triste porque los demás árboles no lo dejaban tranquilo. Eso se debía a que era el más pequeño de todos, se pasaba el día llorando y llorando hasta que se quedaba dormido.

Un día el árbol se cansó, así que decidió irse. El pequeño arbolillo se levantó y se fue. Caminó hasta quedar agotado. Cuando se levantó se dio cuenta de que había llegado a un prado verde. El árbol decidió quedarse allí, estaba muy feliz porque ya no se metían con él los demás árboles. Pero lo malo fue que ahora se metían con él los pájaros diciéndole que era muy feo y no sabía volar. Así que el árbol volvió a levantarse y se fue aun más triste que antes. Vagó por el prado sin rumbo hasta llegar a una granja. Encontró un llano solitario y decidió quedarse allí. Pasaron los años y se convirtió en un árbol fuerte y robusto.

Un día se dio cuenta de que no era feliz porque necesitaba algo y ese algo eran sus amigos, los que hacía tiempo lo insultaban. Cuando el árbol llegó a donde vivía antes y lo vieron los demás árboles, no se metieron con él nunca más.



FIN

Francisco Javier Fernández Cortés, 1º B

2 comentarios: